Hice una reserva para visitar el viernes en la noche. Eramos 2, llegué 5 mins antes, me sentaron en la mesa reservada. El restaurante no estaba lleno. A los 15 minutos llega mi acompañante. Pasaron 40 minutos desde mi llegada y nadie llegaba a atendernos, finalmente decidimos levantarnos a solicitar nos tomaran el pedido. Pedimos las alitas que están bien calificadas aquí en degusta, y la verdad estaban buenas. En mi caso pedí de plato fuerte pasta carbonara con pollo. Estaba bien, no fue memorable pero estaba bien. En general el lugar es bonito y bien ambientado, pero la atención para mí es tan importante como el resto. Esta chica que nos atendió lo hizo como obligada. Solamente por la atención que recibí, pensaría bien antes de volver.

• 
•