De entrada pedimos unas almejas a 15 dólares, estaban buenas. Diferentes en una salsa de tomate natural, la recomiendo. Pero los langostinos que pedí tipo brocheta, no los pude degustar bien, porque se sentía mucho a sal del carbón. No estaba malo, pero puede mejorar, las margaritas estaban aceptables, lo cierto es que es un lugar para ir a celebrar algo especial, por sus precios, no para ir todos los días. El ambiente es súper, se la pasa bien, es muy chévere.