La relación precio calidad es realmente mala, el menú es puro NOMBRE, sabor mediocre, nada del otro mundo la verdad. La plaza es oscura, la verdad da miedo ir. Pero lo peor de todo es ese feeling clasista que se siente en el ambiente, horrible, vi en más de una ocasión como el chef, uno de barba, desde adentro decía a su escaso personal “No, a esos no los dejes entrar”, de una manera muy despectiva por cómo estaban vestidos. No volveré, desagradable experiencia.