Esta sucursal me impresionó al llegar; porque tiene una fachada más llamativa que otras. Lo que no entendí fue el pasillo cerrado hacia las cajas. Había 4 cajas y solo una funcionaba y encima era muy lenta, lo que ocasionaba una fila. Me decepcionó que la mayoría de las mesas estaban sucias con bandeJas, vasos y restos de comida de otros comenzales. Por ende, tuvimos que esperar varios minutos hasta que se acercaron a limpiarla, luego que hubo que pedir el servicio. Las alitas, las boneless y los mozzarella sticks salvaron la noche!!!