El menú es de una región de China, que solo ofrece este restaurante. Los chefs fueron traidos de China. Es una experiencia muy particular. Pork belly, bolas de camarones, bok choi. Todo espectacular y en nada parecido a la comida china ofrecida en otros restaurantes. Una propuesta novedosa. Tres meseras nos atendieron y luego nos despidieron en la puerta. Atención de primera. El ambiente lujoso, pero sobrio, desde la vajilla hasta la madera pasando por los reservados, que usualmente están repletos de diplomáticos y empresarios. Aplauso. Volveré.