Es muy difícil conseguir estacionamiento y literal tiene dos estacionamientos. La atención es buena, fui para desayunar con unas amigas, pedí un café americano, el cual tenía un buen sabor, el benedictino madrileño, dejó mucho que desear, el pan era como un pan de molde tostado, la salsa holandesa era muy espesa y poca, nunca vi la nieve de manchego, pero adicional pedimos una pancakes de lotus y cream que hicieron la diferencia, estos si están full recomendados, por lo que si buscas un lugar para desayunar algo Dulce, creo que este sería tu lugar, en cuanto al ambiente es pequeño pero acogedor, tiene varios detalles que lo hacen muy ameno

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