El servicio del lugar es pésimo, en eso hay que ser muy claro. Se te obliga a pagar valet parking, aun la plaza contando con estacionamientos de la plaza. No te puedes estacionar ahí ya que, según el guardia, es un error y solo se puede dejar el carro el valet parking, que cuesta 4$. Para subir al restaurante, tienes que darle tus datos al mismo guardia que no te deja estacionarte en los estacionamientos de la plaza. El está al frente del elevador y con una posición “amable- agresiva” te pide tu información y si tienes el número de la reserva, antes de subir, lo cual me parece absurdo, retrograda y clasista. Al entrar al lugar, la atención es mala, muy mala. Las meseras no retienen las ordenes y aún apuntando no las toman bien. En nuestra mesa olvidaron un pedido y dijeron que el cliente no lo había hecho, cuando todos en la mesa lo escuchamos… Cuando llegó mi pedido, el cocktail estaba normal, las yucas con tofu son 5 yucas fritas con mayonesa, nada increíble. No regresaré, no me gustó la vibra del lugar, que quiere tener precios altos y atención clasista y controlada.