La jarra de sangría estaba muy rica pero el precio fue excesivo, $26 sin impuestos ni propina. Cuando en realidad sólo es vino, fruta y hielo. La pizza de prosciuto estaba muy buena, masa fina y muchos ingredientes tal y como me gusta a mí. Ambiente demasiado ruidoso para cenar un viernes noche. Recomendaría dejar cenar tranquilamente a la gente y que el dj o mc ponga su música más tarde en esa parte. El servicio atento y cuidadoso.