La comida estuvo muy buena, pedimos el Thali que es una mezcla de varias cosas para dos personas y quedamos más que full. Es un placer para el paladar. el ambiente se siente muy bueno, y comimos en el suelo con las almohadas, fue genial y la música a buen sonido bajo. Mi única queja sería que es un poco enredado llegar por los estacionamientos que no tiene y que es un poco costoso el menú. Pero del resto lo recomiendo.
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