El lugar es pequeño, íntimo, rodeado de elementos de la cultura y gastronomía rusa. Los ingredientes se sienten en cada una de las preparaciones del chef. Cualquier plato que elijas es una apuesta segura a una experiencia y explosión de sabores. La atención de Marcos le da el toque especial del contacto con el dueño. Dulces o salados todos los platos son buenos.