La fachada no le hace justicia al excelente y delicioso restaurante que te encuentras dentro. El mobiliario es cómodo y el ambiente agradable; aunque un tanto oscuro. La comida es muy rica, con altos estándares de calidad y la presentación es impecable. Los precios un poco altos; pero valen la pena. La atención es muy servicial, eficiente y rápida. Vale la pena regresar... varias veces más.