Un restaurante con un menú variado e interesante. Cuenta con dos ambientes: Al aire libre pero techado y en área cerrada con aire o abanico. Fue difícil decidir qué comer. Las arepas de Reina Pepiada estuvieron muy buenas y grandes. La atención es un tanto descuidada porque tuvimos que pedir las bebidas y los cubiertos dos o tres veces para que los trajeran. Aún así, vale la pena regresar.