Primera vez conociendo el restaurante y qué agradable sorpresa! Todo fue magnífico, desde la recibida, la atención, la comida y la despedida. Es súper importante para mi recalcar que el restaurante es pet friendly y tiene su historia detrás de la fachada, o sea que no hay nada mejor que tener un propósito y vivirlo un poco mientras visitas el lugar; los muchachos se encargan de que sepas la misma. Stephanie (dueña) es encantadora y Nelson (sr. que nos atendió la mesa) es amable y atento de más. La comida muy sabrosa y con buenas porciones, demasiado buenas las recomendaciones de Nelson. El ambiente te transporta a otro lugar con su temática. Totalmente recomendado para visitar y por cualquier motivo.
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