La fachada de la sucursal de Albrook no le hace justicia al tamaño del local, su decoración, la calidad de la comída y el servicio tan amable y pendiente. La recomendación del aceite de oliva con peperonccini estuvo muy pasada. Hasta el agua estaba más rica. Me arrepiento de no haber venido antes y de seguro regresaré con mi familia... varias veces más.
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