Joya escondida. Excelente la calidad de sus productos y precios razonables. El sourdough es su especialidad y la panadería es austriaca. Los veganos disfrutarán sus platos, ya que el 98% son opciones para ellos. El local es súper pequeño y concurrido los fines de semana por la mañana. Hay que tener paciencia por el desorden. Los muchachos del servicio se esmeran y son atentos, pero podría ser mejor la logística.