Como no teníamos ganas de cocinar, decidimos ir a comer afuera. Por unanimidad, decidimos por este restaurante ya que el menú es muy variado. Yo siempre pido el CLUB SÁNDWICH CON CAMOTE FRITO, aunque solo me como la mitad del emparedado. ¡Me gusta muchísimo! Pido aparte un poco de mayonesa para juntar al emparedado. Los camotes fritos una delicia. Una de mis hermanas pidió CORVINA A LA VASCA y le fascinó. Cada cual estuvo contento con su plato. Atención muy buena.
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