Buscando un lugar donde comer alguito en un ambiente relajado y fresco encontramos este rinconcito. El ambiente es agradable, el servicio fue bastante bueno, no obstante la comida fue malísima! Primero pedimos unos jugos de maracuyá, a lo que nos indican que son smothies (de eso nada tenían!) que estuvieron malos, ultra ácidos que ni con agua se podía tomar, lo bueno es que al indicarles lo malo que estaba no lo cobraron. Pedimos una bandeja panameña, súmamente grasosa! Adicional, un ceviche mixto, el cual estuvo picante y malo! Por primera vez escribiré que no lo recomiendo ni volvería.