Es increíble como un lugar tan agradable se ha desmejorado tanto. Con el cuento de la pandemia la atención y presentación ha desmejorado y los precios iguales o mas caros. Todo en platos y vasos de cartón con cubiertos de plástico de los mas baratos del mercado. Lo que mas me llamó la atención es lo sucio del piso, no solo por alguno que otro papel en el suelo por el viento sino por lo negro. Las sillas y las mesas mustias asi como los trajes y peinados de los empleados. La atención no era la acostumbrada al principio. Ojalá mejore porque los croissants siguen siendo muy buenos afortunadamente.