Fui a desayunar a Local y en esta ocasión no me fue tan bien. Pedí unos chilaquiles panameños que estaban incomibles del picante, no lo aguantaba y sentía que se me estaba hinchando la boca entonces le dije a la mesera la situación y tuve entonces que comprarles un vaso de leche. Nunca me había pasado algo así, pienso que fue un mal día.