la comida espectacular, recomiendo el pulpo, los torreznos, la ensalada de aguacate, las croquetas …. en fin todo delicioso el lugar encantador, la terraza abierta y la vegetación natural y la música en vivo hacen del lugar un sitio especial sin embargo es la segunda vez que venimos y la música tiene el volumen tan alto que es difícil hablar y se vuelve muy incómodo. sugerencia bajar el volumen para que la música sea más ambiental y no incomode