Este restaurante tiene dos ambientes: Uno cerrado, con aire acondicionado, amplio y elegante y otro al aire libre, un poco más informal, en mesas descubiertas o bajo paraguas. La comida es muy buena, con gran sabor y de alta calidad; pero en porciones tipo gourmet. Te quedas con las ganas de un poquito más. La atención es muy buena; pero un tanto demorada, quizás por la falta de suficiente personal para la cantidad de mesas. Como oportunidad de mejora, las mesas del exterior deberían estar un poco más iluminadas; ya sea con luces indirectas, luces tenues bajo el paraguas o velas.