El restaurante esta perfectamente ambientado, sin duda un espectáculo el poder visitarlo y disfrutar de los bailes y cantos en vivo. La comida estaba buena, pero no fue nuestra preferida y sus precios no le hacían justicia, un poco elevados para lo que te daban. Igualmente, el servicio fue un poco lento dado a la gran cantidad de personas en en el local.