Me encanta la comida mediterránea y no podía dejar de probar este restaurante. La comida es buena, nada extraordinario, me gusta cómo sirven las ensaladas y la porción, igualmente las papas griegas son una buena porción. Pedí un souvlaki de pollo con tzatziki y casi no tenía tzatziki! el ambiente es agradable para conversar y la decoración interna te hace sentir como en un pueblito de Grecia. Exhorto a que lo visiten y tengan su propia experiencia.