Tuvimos que esperar cerca de 10 minutos desde que nos sentamos hasta que tomaron el pedido. A una pareja que llegó después de nosotros les tomaron primero la orden. Tardaron 30 minutos para traer el pedido, a pesar que no estaba lleno el pequeño local (6 mesas adentro y 6 mesas afuera). Desconocen la marca del vino que venden (o no quieren decirlo). Los hongos rellenos estaban mediocres; sólo los ayudaba la arugula que los acompañaba. La pizza personal (6 a 7 pulgadas) de arugula y prosciutto costó $ 9.50; y encima estaba sonza. La ensalada no tenía casi sabor; y el aceite que le pusieron, no parecía de oliva. Buena música de fondo. Tuve que entrar para que me cobraran, porque pasaron más de 10 minutos desde que pedí la cuenta, a pesar que se había vaciado la mitad del restaurante.