Es un lugar pequeño con dificultad para los estacionamientos, la comida es típica, el sancocho con tajadas están buenísimos y la chicha de limón con raspadura vale la pena, pasar por el almuerzo es lo mejor. Los precios oscilan dependiendo lo que tengan en el día, no son baratos como una fonda pero se puede comer bien con 10 balboas.