Clásico entre lo clásicos. Este restaurante es de los pocos que quedan que abren 24 horas. Entre mis favoritos, están el sancocho de gallina dura, los menú ejecutivos, el medio pollo a la plancha, los filetes de corvina y guabina, selección grande de emparedados, chichas, café, flan y cassata. Son muy consistente en la calidad de sus comidas y presentación. Ahora la barra con mamparas y 50% de aforo, se siente muy seguro e higiénico. Altamente recomendado.
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