Que gran decepción un lugar con tanta historia y tan emblemático se encuentre tan descuidado, la atención la presentación de los platos en fin. En Panamá han surgido tantas propuestas de comida Japonesa que pensé en comer algo mas clásico. El resultado fue una experiencia no muy agradable en primer lugar las mesas sucias, que limpiamos nosotros mismos, la atención brillaba por su ausencia, pedimos aguas con gas embotelladas las cual el mesero simplemente se encargó en traernos sin siquiera abrirlas y mucho menos servirlas. Pedimos un Sahimi mixto de casi 30 dolares puede ver la foto y la presentación. La sopa con tofu estaba muy buena de sabor. El enrollado de lomito apanado bastante bueno. Lamento que un lugar que tiene tanto potencial por su ubicación y tradición se encuentre tan abandonado. Todavía recuerdo cuando las chicas lo atendían y usaban el clásico kimono.