La comida me gusto en especial el Mongolian beef y el pollo con manzana y nueces. Nos atendió un chico llamado Moisés que nos brindo un excelente servicio. El único problema fue la espera en la entrada del restaurante porque no había mesa libre, luego nos toco sentarnos en la terraza y habían abanicos dañados. Mucha calor al mediodía.