Este restaurante de comida peruano es bueno, tiene muchos años en el país y es conocido. Su comida es buena y perfecta para compartir. El ambiente es tranquilo, familiar y el local pequeño. Para mi cumpleaños nos gustó lo que ordenamos: la jalea de mariscos, el arroz chaufa de mariscos, los tallarines de carne y el ceviche. Lo negativo de la experiencia fue el descorche que cobran por partir el dulce de cumpleaños.
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