Hay que llegar temprano si no quiere esperar unos buenos 30 minutos. Me encantó el Mongolian Beef y Crispy Honey Chicken. Me trajeron un plato equivocado (camarones, yo habia ordenado pollo) y lo cambiaron y nos regalaran el postre para compensar el error, lo que me pareció un buen detalle. Tiene una relación precio/cantidad muy interesante y dos menús: lunch ejecutivo (promedio $10 por plato fuerte) o Regular (unos 20% más caro).