Nos quedamos como huéspedes del hotel después de una fiesta coquetona. Al día siguiente fuimos a desayunar a este restaurante al cual he ido en varias ocasiones. El menú es el estándar de un buen brunch. Abundante y bien servido. Lo que más me llamó la atención es el excelente trato de todos los que nos atendieron, dentro y fuera del restaurante. Educados, atentos, con ganas de servir, sonrientes, en fin volveré. La experiencia total fue muy positiva. Los felicito.