Es un lugar con aire a café europeo. Muy fina atención y si tienes a "sweet tooth" te parecerá que llegaste al cielo de lo subliminalmente delicioso que son todos los postres. ¡Todo es tan rico! Las empanadas, las galletas, los brownies, el café...TODO. La atención es esmerada, la decoración es linda. En esta ocasión pedimos profiterol y una rebanada de cake de limón con blueberry el cual es mi favorito y lo he pedido para celebrar mi cumpleaños. También en diciembre hacen unos "paquetes" de galletas para regalo muy ricos.