Realmente un sitio agradable para visitar, pequeño y muy intimo. El personal súper amable y siempre con una sonrisa, las ordenes tardan un poco pero no arruina el momento. La comida con muy buen sabor, son sabores distintos para comer pizza, buena mescla de lo caribeño e italiano. La sangría Blanca riquísima. Muy recomendado, es un hecho que regresare a este local.