Una opción muy original para probar comida típica. El restaurante está comedidamente decorado para parecer una casa humilde del interior, al ritmo de música de nuestros artistas típicos del patio. La comida deliciosa. Tienen que probar la lechona (está de muerte lenta). El pescado frito, delicioso también. Al saus le falta ají chombo, para dejarlo perfecto. Lo único es que por ser las chicas que atienden extranjeras, no conocían bien la comida, y no sabían si había o no 🤪 Pero ahí aprenderán... Muy amables en su atención 👌🏻