La decoración de está hermosa, super alegre; sin embargo, la comida estuvo ok. Pensaba que era mejor, pues me lo habían recomendado muchísimo. De entrada ordenamos una provoleta y el mesero no nos dijo que el plato que había ordené (parrillada vegetariana) tenía ya una porción de provoleta. Mi acompañante ordenó una entraña que le dio calificación 4 de 5. De tomar ordenamos un Apperol Spritz y un Gin and Tonic. La atención no fue nada especial, lo mejor para mi fue el pan de cortesía que nos dieron. No regresaré, si acaso para tomar vino porque el lugar es bonito, pero no a comer.