El sábado fuimos a desayunar a las 10 am con un grupo de 8 personas y comimos en la parte afuera al lado del estacionamiento. El sitio es una mezcla entre una panadería y un mini súper de comida artesanal tipo gringo. Todos los productos que ofrecen se ven bien rico. Es un self service que funciona muy lento porque hay que hacer la cola varias veces a comprar un desayuno completo para comerlo en el sitio. Una cola para pedir un sandwich de roastbeef grande (6,50 $), una cola para pagar el jugo de fresa (2,75 $), sandwich y el Capuchino (3 $). Después otra cola para calentar el sandwich en otro sitio y otra cola donde tu pides el café con el ticket que te lo sacan frente tuyo de la maquina. O sea mas o menos 15 minutos para tener todo listo para asentarse a comer. Esto es la parte mala - la buena es la calidad de la comida (excelente ! ) aunque con precios bastante altos. Después compre un pancito con olivas que salio súper sabroso.