El lugar no es el más lindo del mundo pero es que no es su target. Tiene todo el flow para ir a disfrutar y ver cualquier juego de todo tipo de deporte. Tienen variedad de licores. Fui a ver el Superbowl y yo soy mujer de cócteles y me dijeron que ese día no iban a vender eso (me imagino porque toma tiempo hacerlo) así que me fui con un Gin and Tonic (muy bien preparado). El dueño siempre estuvo ahí, muy atento, regalo shots de tequila y picadas para los asistentes que traían jerseys de sus equipos favoritos. De comer pedí unos Nachos que estuvieron riquísimos porque venían buen cargados (queso, guacamole, pico de gallo, sour cream, etcétera). Muy recomendados estos nachos.

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