Este restaurante es un híbrido entre comida china y thai. Tiene platos de ambas cocina lo que lo hace interesante para todos los gustos. Ordenamos un Pad Thai con Pollo y un salteado de Pollo con gengibre. Ambas opciones de porciones generosas y buen sabor. Precios accesibles. Volveré para probar otros platillos. Altamente recomendado.