Estaba tan emocionada de ir a comer a Pomodoro... siempre me ha gustado y la verdad es q no sé porqué había dejado de ir... Fui sabiendo exactamente qué íbamos a pedir: tarta de puerro, pizza personal Margarita como entradas y linguini al prette de plato fuerte y eso mismo fue lo q pedi; las dos entradas estuvieron deliciosas tal y como las recordaba! Cuándo me trajeron mi pasta, a la primera mordida, me di cuenta q la cebolla morada q lleva, estaba cruda. Llamé a la mesera y le expliqué el problema; se llevó el plato y me lo trajo muy pronto y lo q pude notar es q tenía más crema. Lo probé y todavía sentí la cebolla cruda, pero mi hambre era tal, q decidí comérmela así y ya. Error garrafal!!! No pude comer más de 4 mordidas y decidí decirle a la mesera q aún estaba mal, pero q me la empacara, q yo la cocinaría en casa. Pedi hablar con el encargado y le expliqué q tenía en mi boca el sabor como si hubiera mordido una cebolla morada cruda cuándo yo conocía ése plato perfectamente y la cebolla debe estar translúcida y suave, no morada y crujiente. Cuándo llegó la cuenta, no me cobraron el plato y considero q fue lo correcto. No quiero decir q no vuelvo, pero sólo me comeré la deliciosa tarta de puerro y alguna otra pasta a no ser q vea q no esté la chef esa q era primera vez q la la veía. El postre fue in Tiramisu q también dejo mucho q desear: no sabía a café! En vez de tener café polvoreado por encima, tenía azúcar; tenía algo q se asemejaba a marshmallow, era todo menos un Tiramisu... Me duele haber tenido tan mala experiencia en un lugar q era de mis preferidos

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