Debo iniciar diciendo que el lugar por sí solo me encanta. Hacía falta una propuesta distinta en PTY. Me encanta que tenga la cocina visible. Primero lo bueno. La decoración, los chocolates, los postres y el pan son divinos. Las opciones muy ricas, pero son siempre las mismas. Quizas para la mañana debería haber algo mas acorde. Ahora lo malo: Las mesas son las mas incomodas que he compartido, son angostas, y las sillas muy anchas no caben !!! Poco personal que limpie y recoja las mesas y las bandejas, casi siempre están sucias. Y una cosa importante, no venden té frio...........eso si es triste. Porque si uno no quiere sodas o jugos naturales no hay qué beber.