Desde que llegas el servicio de valet parking te recibe el auto con una sonrisa. El ambiente es acogedor y el servicio es atento y de primera calidad. Hay muchas opciones en el menu para los gustos mas refinados. El otro dia comi un risotto de langostinos junto con un vino blanco que me encanto. Para culminar un buen cafe irlandes. Es un lugar con mucha clase.