Llegamos temprano a este restaurante porque sabíamos que se llenaría ya que en la misma ciudad no habría agua todo el día. Cuando llegamos, el restaurante estaba vacío. La atención fue buena al principio, pero después fue un desastre...pedí 4 veces un vaso de agua con hielo y tardaron. Después uno de los postres nunca llegó, así que pedimos la factura y anulamos el pedido de ese postre.
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