Buen sitio para ir a disfrutar de una gastronomía un tanto distinta a la tradicional. Cada plato tenía ingredientes específicos que le daban un giro total a lo que estamos acostumbrados a degustar. La atención fue increíble, los camareros tenían mucho conocimiento de lo que estaban ofreciendo que me dejaron un tanto impresionada, tanto la persona que nos atendió para bebidas como para la degustación de cada plato. El lugar es bonito, me gustó el ambiente y tienen una mesa ubicada cerca de la cocina (la cuál es abierta) que hará que tu experiencia en el sitio sea mucho mejor. Recomiendo este restaurante para ir de cena romántica, e incluso me gustó para cenas de negocio o con clientes por la fusión de ambiente que pude percibir, una mezcla entre elegante y a la vez un sitio con vida. Todas las opciones que degustamos estuvieron divinas, entre mis favoritas están el Tartar de Salmón, el Huevo 63 con Setas y Hongos, el Cerdo Prensado y por supuesto de postre el Cheesecake de Plátano.

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