Me encanta la comida típica, así que cuando escuché de este restaurante siempre quise ir y ahora que teníamos visitas de afuera, pensamos que era una buena oportunidad para conocerlo. Fuimos el miércoles de ceniza, con reservaciones y nos atendieron súper rápido. De entrada pedimos empanaditas de chorizo tableño (las súper recomiendo) y unas carimañolas. Los platos fueres fueron ropa vieja, pescado frito y filete de corvina, de los tres, la ropa vieja fue la que más se destacó, el pescado estaba normal (lo más rico eran los mariscos que los acompañaban) y la corvina estaba normal también. El ambiente está muy bueno para ir con turistas, ya que al menos cuando nosotros estábamos ahí solo pusieron típico. Las cervezas estaban SUPER frías, creo que son las cervezas más frías que me he tomado en un restaurante. Yo recomendaría este restaurante para ir con amigos o visitas del extranjero, tipo una cena previa a unos tragos en el casco. Así aprovechas la rumba del ambiente y comes algo típico con tus visitas.