Tenía las expectativas super altas... creo que me caí de bruces. Pedimos de entrada lechona un plato sencillo y de sabores muy simples (comida casera). Me enamoró el nombre de pudín de maíz nuevo con caviar de ají. En realidad era una ensalada super sencilla de lechuga con maíz tostado y una porción mínima del pudín (es del tamaño de una cucharada sopera). Lo que si estaba fuera de este mundo era el postre, Baked Alaska : brownie con helado de vainilla, con cubierta de malva horneada y sirope de chocolate. De repente escogí mal mis platillos, le daré otra oportunidad.