Como vivimos cerca caminamos al restaurante para cenar (en pareja). Con una decoración bonita y moderna, es favorable relajarse. El personal fue muy atento y amable. El menú ofrece opciones originales como el ceviche de corvina con nieve de maracuyá y leche de coco que me encanta. Esta vez vino con demasiada cebolla pero fresco y delicioso. Al tataki de atún le doy un 3.8. El postre de helado de canela con salsa de chocolate me dejó con ganas x lo extraordinario. Regresaré x esas dos cosas de seguro.