El lugar te transporta, el servicio muy bueno, el ambiente y el estar abierto en una noche con viento, es toda una experiencia que quiero repetir. Los vinos, carísimos! Y la comida está bien y abunDante, pero parece carne nacional, el menú solo menciona importada en la entraña. Por lo que pienso estoy correcto. Un plato alcanza para dos. Es un tourist trap total. Quisiera volver, pero los precios y la falta de una oferta más auténtica argentina (lo básico es la parrillada en el menú, y no la ofrecen) me lo hacen pensar.