He ido a este restaurante desde mi infancia. Mi abuela nos cuenta siempre como ella y mi abuelo pasaban cada que venían del interior, a este restaurante. Hace poco tiempo lo remodelaron, tiene un ambiente acogedor, la comida desde el hampao, siu mae, hakao, lechón, buche, puerco asado, tiene un sabor tan delicioso, muy de comida de familia. Mi favorito es el guacho de arroz con mariscos, el jengibre le da un toque delicioso, te despierta y te levanta el ánimo. También no podemos olvidar los tradicionales panes y dulces recién hechos, en especial "el pan de piña" y el de cebollina, super recomendados y te harán descubrir la panadería y pastelería asiática y querrás seguir probando más.