Fuimos para brunch y quedé gratamente sorprendido. La idea de que el mismo fuera buffett me tenía un poco desilusionado, ya que usualmente estos son aburridos y la comida bastante mediocre, pero en este caso fue todo lo contrario. Tenían una amplia variedad de estaciones, todas muy buenas y con comida que se sentía recién hecha. Sobretodo la estación asiática fue la que más me gustó, con los buns de pato Pekin destacándose. Tengo pendiente ir a probar su menú regular, pero el brunch lo recomiendo full.