El restaurante es muy acogedor, buen ambiente y servicio (fuimos con nuestra bebé y el coche y nos situaron en un lugar cómodo), sin embargo, la comida tardó mucho y no estuvo tan deliciosa como esperaba. La burrata sabía demasiado a leche, el carpaccio de res era 70% rúcula y 30% carpaccio y me esperaba mucho más de las pastas siendo un restaurante italiano.